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Los países occidentales presumen y ponen como modelo una democracia que, de hecho, cada vez es más restringida
El litigio y la lógica del disenso
Luisa Elena Delgado
Profesora en la Universidad de Illinois (USA) y ensayista. Sus libros más recientes son "La Nación singular. Fantasías de la normalidad democrática (1996-2011)" y, como coeditora, "La cultura de las emociones y las emociones en la cultura española contemporánea (siglos XVIII-XXI)" -
El hecho de que la política catalana haya girado en torno a la cuestión nacional tanto tiempo nos deja una sociedad dividida ante el futuro de Catalunya
El agrietamiento catalanista
Mario Ríos Fernández
Miembro del Consejo Rector del CEO y colabora con Agenda Pública en análisis sobre política catalana, española y comportamiento electoral@MarioRios1989
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La polarización social en torno a la independencia es palpable en una serie de indicadores y afecta principalmente a dos grupos poblacionales
Polarización y consenso en Catalunya
Laia Balcells
Profesora de Ciencia Política y Resolución de Conflictos en la Universidad de Georgetown (Washington, DC). Ha publicado en múltiples revistas científicas y en 2017 publicó el libro "Rivalry and Revenge. The Politics of Violence During Civil War"@laiabalcells
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La mayoría solo acertamos a descubrir cuál es el valor real del consenso cuando lo hemos perdido, y no cuando de forma natural nos movemos dentro de él
El consenso, una pasión democrática
Daniel Capó
Licenciado en Derecho y asesora la editorial Libros del Asteroide. Escribe en las páginas de opinión de varios periódicos y revistas como "The Objective" o "Letras Libres"@danicapoblog
#15
Un nuevo consenso
22 Mar 2019
Editorial
La política catalana parece instalada en una dinámica de polarización ideológica que anquilosa la posibilidad de reactivar la acción constructiva de las instituciones de autogobierno. Hay causas endógenas que explican esta dinámica –la principal, la crisis constitucional mal resuelta–, pero esta situación de polarización no es exclusiva de los catalanes. Visto en perspectiva, hay que interpretar nuestra polarización como una manifestación local del desorden del orden donde se había desarrollado el mundo de ayer –el mundo previo a la crisis económica, la globalización y la revolución digital–. Igual que en otras democracias adelantadas la energía de las emociones, como un imán, magnetiza la ciudadanía hacia un polo que niega el otro. En Catalunya, sin embargo, tras este periodo crítico de inmersión cotidiana en el disenso, aún resiste un polo central amplio a partir del cual podría fundarse un nuevo consenso. Entender esta realidad para avanzar políticamente es lo que nos proponemos aquí.