#45
Incorporar talento en la administración

El espejo amenazador que la pandemia ha puesto sobre la realidad ha revelado carencias estructurales. En todas partes. Con sus singularidades, aquí también. En España de hecho quizá más que en la mayoría de los países europeos, si los datos son la evidencia a partir de los cuales se intentan hacer los diagnósticos precisos. Hay lecciones inapelables. No tenemos un sistema nacional de salud tan bueno como deseábamos y nuestro modelo económico tiene una fatiga de materiales más avanzada de lo que creíamos. Al mismo tiempo la crisis provocada por la Covid nos ha descubierto las disfunciones del funcionamiento del Estado y, en paralelo, la falta de eficiencia de la administración pública. Concretemos: muy a menudo entre las iniciativas políticas y su impacto sobre la cotidianidad paso demasiado tiempo y al fin se llega tarde y mal. Para responder a esta realidad a menudo se afirma que hay que modificar los procesos, y seguro que sí. Pero a menudo obviamos que las personas son el principal motor del cambio. Si las administraciones renquean, valdría la pena pensar qué impide que puedan incorporar el talento que transforma. Es lo que nos hemos propuesto en este número.