La red de aeropuertos al servicio del territorio

Sonia Corrochano, Vicent Pallarés, Juan Crespo y Jose Andrés Domínguez dirigen, respectivamente, los Aeropuertos Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, Girona-Costa Brava, Reus y Sabadell.

Una de las columnas sobre las que se apoya el potencial de desarrollo de la economía catalana la constituyen las empresas que ocupan posiciones de liderazgo internacional en numerosos ámbitos económicos. Aena, gestor global con presencia en cinco países y en 71 aeropuertos, lidera el ranking de operadores aeroportuarios del mundo, y forma parte, inequívocamente, de este grupo de piezas imprescindibles del motor económico de Catalunya. Sus equipos tenemos plena conciencia del papel de la compañía en el progreso de nuestro territorio, pero también de nuestro deber de servicio a la ciudadanía, garantizando la eficiencia en la gestión, la seguridad, la calidad y el firme compromiso con el desarrollo económicamente y ambientalmente sostenible. Los Aeropuertos garantizan la conectividad y la cohesión territorial, algo que se traduce en cohesión económica y social.

Una de las fortalezas que nos ha permitido consolidar este liderazgo internacional y garantizar el indispensable servicio que los aeropuertos dan a la sociedad es el modelo en red. Un sistema que garantiza la cohesión y permite generar sinergias para aplicar las soluciones más seguras e innovadoras a los diferentes territorios, desde Barcelona a Reus, pasando por Girona y Sabadell. Y es que esta concepción se aplica también en la gestión de los aeropuertos que Aena opera en Catalunya. La complementariedad entre los aeropuertos Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, Girona-Costa Brava, Reus y Sabadell, así como su gestión coordinada, dan una respuesta real a las necesidades de Catalunya en materia de transporte aéreo.

Esta respuesta real se refleja en la inversión que reciben los cuatro aeropuertos. La previsión de inversión en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat hasta el 2026 asciende a más de 1.200 millones de euros. Sólo desde la inauguración de la Terminal T1 de Barcelona hace apenas 10 años, se han invertido en este aeropuerto casi 800 millones de euros, destinados en buena parte a renovar la Terminal T2.

La previsión de inversión en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat hasta el 2026 asciende a más de 1.200 millones de euros. Sólo desde la inauguración de la Terminal T1 de Barcelona hace apenas 10 años, se han invertido en este aeropuerto casi 800 millones de euros, destinados en buena parte a renovar la Terminal T2.

Son inversiones cuyo objetivo es situar los aeropuertos de Aena entre los más modernos, funcionales y sostenibles en términos medioambientales y económicos de todo el mundo, y dotarlos de capacidad para un futuro en constante desarrollo, siempre sostenible. La sostenibilidad está presente de manera transversal en todos nuestros planes.

Las inversiones de Aena se suman al trabajo de instituciones públicas y tejido empresarial en el marco de la promoción turística y el desarrollo económico del territorio. La combinación final es lo que crea las condiciones que hacen que las aerolíneas apuesten por los aeropuertos de la red de Aena en Catalunya porque, al fin y al cabo, las compañías aéreas toman sus decisiones a partir de criterios económicos y empresariales determinados por un mercado tan competitivo como lo es el del tráfico aéreo.

Otro de los factores clave con el fin de garantizar la competitividad de los aeropuertos que Aena gestiona en Catalunya es, además de garantizar la calidad del servicio, una política de tarifas orientada a favorecer el desarrollo económico. Las tarifas de los aeropuertos Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, Girona-Costa Brava, Reus y Sabadell son, hoy por hoy, las más competitivas de Europa gracias, entre otras cosas, a la eficiencia que proporciona la red. Y lo seguirán siendo, porque el marco de regulación y supervisión aeroportuaria prevé mantener la congelación de las tarifas.

Barcelona, referencia mundial y principal aeropuerto del Mediterráneo

Si las cifras de inversión nos aportan una muestra clara del compromiso de Aena con Catalunya, los datos de tráfico del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat evidencian su posición como referente estratégico del Mediterráneo y del sur de Europa. Es el segundo aeropuerto de España y el sexto de la Unión Europea en volumen de pasajeros. Ha cerrado 2019 con un nuevo hito histórico de pasajeros y supera, por segundo año consecutivo, los 50 millones de pasajeros: 52.686.314 personas han salido o llegado a la capital catalana a través de una de las más de 100 aerolíneas que vuelan a 219 destinaciones de 64 países.

De estas rutas, 47 son intercontinentales, un dato que merece consideración más allá de la simple estadística por la relevancia de la conectividad internacional que aporta en la ciudad. Hoy nadie cuestiona el desarrollo del primer aeropuerto de Catalunya a partir del crecimiento de conexiones de largo radio, y este crecimiento es fruto del éxito de un modelo que ha contado con el compromiso de todas las instituciones del país. El esfuerzo conjunto de la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y de la Cámara de Comercio, integrados con Aena en el Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas de Barcelona, constituye no sólo un modelo de éxito convertido en referente en todo el mundo, sino también la muestra más clara del éxito del trabajo conjunto y la coordinación entre las instituciones que promueven el interés de la ciudadanía y del tejido social y económico del territorio al que las infraestructuras sirven. No parece lógico, por lo tanto, poner en duda los resultados de este modelo participativo, transversal e integrado en el territorio y, aunque es legítimo proponer alternativas, es justo reconocer el trabajo hecho por todos los actores implicados en el Comité de Rutas.

En un momento en que las perspectivas apuntan a la necesidad de adecuar las infraestructuras al futuro de una industria que seguirá creciendo a largo plazo, este modelo de colaboración institucional y de participación constituye el leitmotiv que inspira el diálogo que Aena inició el pasado otoño con los ayuntamientos, la Generalitat y otras instituciones públicas del ámbito de la gran Barcelona sobre el futuro del Aeropuerto. Este diálogo es el que permitirá valorar las ventajas y los inconvenientes de todas las alternativas que se plantean.

Estamos en un escenario en el que todos los agentes y grupos de interés vinculados a la infraestructura tienen que tomar conciencia del reto que significa compatibilizar la necesaria atención al entorno natural y al confort de los vecinos y vecinas de las poblaciones próximas con el desarrollo del aeropuerto del futuro. Un desarrollo en el que Aena cree firmemente y su convicción se concreta en el proceso para la construcción del nuevo Terminal Satélite, una nueva plataforma de estacionamiento de aeronaves y un nuevo edificio de aparcamiento, proyectos que se están iniciando en este periodo, que garantizan que Barcelona siga siendo un referente mundial y europeo y que no se quede atrás.

Más nodos clave de la red

El futuro del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat no se traza individualmente. Nos hemos referido a la estructura en red del sistema aeroportuario y uno de sus nodos imprescindibles es el Aeropuerto de Girona-Costa Brava, llamado a ser uno de los primeros aeropuertos españoles con una estación propia de la línea ferroviaria de Alta Velocidad, que lo conecte con la ciudad de Barcelona y con el sur de Francia, después del acuerdo firmado entre Adif y Aena.

La garantía de conectividad del Girona-Costa Brava gracias a la Alta Velocidad y las actuaciones destinadas a la mejora y ampliación tanto en la terminal como en la plataforma implican una inversión de más de 380 millones de euros y permitirán la búsqueda de nuevas conexiones, la diversificación de compañías y la desestacionalización de la temporalidad.

Las inversiones de Aena en Girona tienen sentido gracias también al compromiso con la infraestructura de las instituciones públicas de estas comarcas. El trabajo de la Diputación, de los Ayuntamientos, del Gobierno y de sectores privados para consolidar el territorio como uno de los destinos turísticos más importantes de Europa es el que da sentido a que se destinen recursos a un aeropuerto que se ha demostrado clave para el desarrollo económico.

En la actualidad no se puede concebir un gran destino turístico sin su aeropuerto de referencia. El de Girona-Costa Brava es un exponente de cómo Aena contribuye a consolidar la calidad de la oferta en este territorio, como también lo es el aeropuerto de Reus, que cada año es la puerta por la que un millón de visitantes llegan a la Costa Daurada.

En Reus, Aena también muestra su compromiso mediante la participación, junto con los agentes económicos del territorio, en la mesa Estratégica del Aeropuerto, foro en el que se aglutinan esfuerzos para el fomento del Aeropuerto de Reus y la Costa Daurada como destino turístico. Es también relevante la dimensión de servicio a la sociedad de un aeropuerto que alberga la base del Servicio de Salvamento Marítimo y la de aeronaves antiincendios, así como escuelas de pilotos. A este trabajo conjunto Aena aporta, además de su know-how, sus tarifas altamente competitivas e inversiones concretas para modernizar el aeropuerto: más de 22 millones de euros entre 2017 y 2021.

Inversiones y trabajo conjunto para superar la incertidumbre provocada por el Brexit y otros efectos económicos y para consolidar, en definitiva, una apuesta porque la infraestructura sigue siendo un motor socioeconómico del territorio.

En el caso del Aeropuerto de Sabadell, a la dimensión de impulso económico, hay que sumar también una enorme trascendencia social. Este aeropuerto es la base de los servicios que atienden la ciudadanía en caso de emergencia: Mossos d’Esquadra, Bomberos y Agentes Forestales, Servicio de Emergencias Médicas… Una aportación al conjunto de la sociedad que es imprescindible, como también lo es la función formativa que se desarrolla en el aeropuerto de la co-capital del Vallès. Los millares de alumnos de todo el mundo que se forman en sus instalaciones lo convierten en una auténtica universidad del aire.

El servicio público desde los aeropuertos de Aena es también un rasgo fundamental de la compañía. Como en los casos que hemos enumerado, Aena trabaja en Sabadell codo con codo con las instituciones para fomentar el desarrollo de nuevas actividades que complementen la oferta formativa actual del Aeropuerto de Sabadell, a través del impulso de áreas de investigación y mediante la colaboración con los ámbitos universitario y empresarial, una colaboración orientada a aspectos de innovación y mejora medioambiental en aeropuertos, y en la divulgación y acción sociocultural de la actividad del propio aeropuerto, en beneficio de su entorno.

Aeropuertos integrados en su entorno

Resulta evidente que los aeropuertos no son infraestructuras aisladas, por lo cual la recíproca integración con el entorno es lo que debe caracterizar a los aeropuertos competitivos en todo el mundo. Nos complace que numerosas instituciones catalanas defiendan que el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat se consolide como uno de los grandes hubes del sur de Europa, pero no podemos olvidar que todos los aeropuertos que tienen esta condición de gran centro de conexión aéreo son el centro de ciudades aeroportuarias la actividad y el desarrollo de las cuales son inseparables de la actividad aeronáutica.

El desarrollo de la ciudad aeroportuaria, en paralelo a proyectos tan relevantes como la construcción de su Terminal Satélite, definen el futuro del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, y permite combinar la creación de oportunidades para la implantación de actividades que generen riqueza en el territorio e incrementen el ya de por sí elevado valor añadido de la economía que se genera en su entorno.

Los cuatro aeropuertos de la red de Aena en Catalunya afrontan pues el futuro con responsabilidad, conscientes de que tienen que estar preparados para dar servicio en el territorio y las necesidades futuras y, sobre todo, lo afrontan con un firme compromiso con el medio ambiente. Somos conscientes de la importancia de avanzar en un desarrollo sostenible. Hemos adquirido el compromiso de minimizar el impacto sobre el entorno y atender las necesidades sociales del transporte. Defendemos una gestión ambiental efectiva que garantice la convivencia sostenible de nuestros aeropuertos con las comunidades locales.

La relación de iniciativas y medidas ambientales es muy amplia y está recogida en la Estrategia de Aena contra el Cambio Climático, pero cuatro datos relevantes avalan este compromiso con el desarrollo sostenible:

  • La inversión de 250 millones hasta el 2026 para generar el 70% del consumo eléctrico de los aeropuertos gestionados por Aena en España mediante plantas solares fotovoltaicas en los terrenos adyacentes a las infraestructuras.
  • Este 2020, toda la energía que suministra los 46 aeropuertos y 2 helipuertos de la red es de origen renovable y, por lo tanto, cuando los aviones están estacionados en las infraestructuras de Aena, las emisiones desaparecen.
  • En el 2030, el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat será neutro en carbono.
  • Aena, que ya tiene la calificación B del Carbon Disclosure Project (CDP), puntuación por encima de la media europea y del sector, se ha adherido a la iniciativa NetZero2050, con el objetivo de conseguir cero emisiones de carbono en el 2050.

Estos datos relevantes se suman a actuaciones cotidianas, como el compromiso de Aena y de sus aeropuertos con la conectividad en transporte público, los puntos de recarga públicos para vehículos eléctricos, la renovación progresiva de los vehículos que operan en el aeropuerto para que sean eléctricos o los nuevos carriles bici, que garantizan una intermodalidad sostenible promovida por todo el grupo de empresas vinculadas al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y el Gobierno de España.

En definitiva, numerosas actuaciones que muestran el compromiso de Aena con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas establecidos en la Agenda 2030 y la sensibilidad a las crecientes demandas sociales que compartimos. Por eso, estamos dispuestos a impulsar iniciativas con vocación colaborativa, buscando la alianza con el resto de actores del sector, que permitan hacer frente a los desafíos y metas de los ODS.

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